• hace 7 años
El mercado de brujería más grande del planeta "El mercado de los fetiches de Akodessewa", el mercado vudú

El vudú es una religión originaria de África Occidental, donde actualmente sigue siendo practicada por miembros de algunas etnias. También se conoce como vudú a la variante que se originó del sincretismo que se produjo en el área del Caribe entre las creencias que poseían los esclavos trasladados desde el África Occidental y la religión cristiana católica practicada mayoritariamente en esas tierras.

La variante caribeña se trata de una religión teísta de un sistema animista, provisto de un fuerte componente mágico. Por su vinculación directa con la cosmología y los sistemas de creencias neolíticos, su estudio resulta de gran interés en el campo de la paleoantropología. El vudú se encuentra entre las religiones más antiguas del mundo.

Se cree que el vudú nació con el fin de sanar espiritualmente, una escencia que aún no se pierde, a pesar de ser utilizado mayormente para fines malignos.

Si bien es cierto que el vudú se ha esparcido por todo el mundo, el máximo exponente sigue siendo África, el cual posee uno de los lugares más tétricos y raros del mundo, este extraño lugar es conocido como el mercado de los fetiches de akodesawa.
Ubicado en Lomé, la capital de Togo se encuentra el mercado de brujería más grande del planeta, en él podrás encontrar todo tipo de fetiches, desde amuletos de protección hasta partes humanas.
En este lugar, brujos de todo el mundo pueden encontrar cualquier cosa o ingrediente para rituales, hechizos y demás.
En este amplio mercado se puede observar todo tipo de cosas escalofriantes como huesos humanos, cadáveres de animales, amuletos y polvos, incluso se dice, que a cambio de grandes cantidades se pueden conseguir animales exóticos para su posterior sacrificio.

Más allá de su uso para prácticas vudú, lo cierto es que este mercado es único en todos los sentidos. Encontrar una pata de elefante disecada junto a cientos de calaveras y al lado de una montaña de cuernos de búfalo es solo una de sus estampas. Y no faltan pieles de todo tipo de felinos, bien para confeccionar alguna prenda o solo como recuerdo. Un escenario en el que se regatea y se compra como en cualquier otro mercado tradicional africano.

En el Mercado de Togo se encuentran también pociones para el amor y muchas plantas que nacen en la selva africana: el vudú, según lo que allí dicen, tiene el fin de utilizar ciertos productos de la naturaleza para hacer que el bien y el mal puedan ser dominados por los hombres.

Se dice que no hay ley alguna que prohíba las ventas de vudú, y muchos consideran el lugar como una especie de terreno sin ley, ya que la policía no acostumbra a visitar estos terrenos.
A partir de 1960, cuando el continente se libera del yugo europeo y desciende progresivamente en el caos y la violencia, muchos líderes políticos y militares de la región visitarán el mercado con la esperanza de encontrar amuletos que los protegiesen de sus enemigos.

En Ruanda y Sierra Leona, los líderes de los movimientos guerreristas trajeron del mercado de Togo muchos objetos que les ayudaban a volverse los hombres más terroríficos. Por ello, niños que eran iniciados en el asesinato llevaban talismanes que despertaban sus lugares más oscuros. Esta información es bastante conocida en la región, gracias a que los vendedores rara vez mantienen en secreto la identidad de sus compradores y pueden indicar quiénes adquirieron qué producto, y con qué objetivo.

En pleno siglo 21, el Mercado de Togo parece anclado en un mundo mágico, en el que las fuerzas ocultas pueden cooptarse y dominarse. Su importancia nos indica cuánto poder tienen estas creencias en gran parte de la población africana.

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