• hace 7 años
Mujer, amante de fútbol y combatiente de mafiosos, puede sonar más que rara la carta de presentación de Mónica Nizzardo, sin embargo es la heroina que presentó lucha a los violentos que se disponían a terminar con el deporte más popular de Argentina; la ONG "Salvemos Al Fútbol", fue, es y será la primera organización en contra de los Barrabravas argentinos y Mónica pasará a la historia, como la única Mujer que se animó a perseguirlos, enfrentarlos y denunciarlos.

"Los grandes sueños no requieren grandes alas, sino un tren de aterrizaje", el estado en su cuenta oficial de Twitter describa, tal vez, las sensaciones vividas en sus años como dirigente de fútbol y cara visible de "Salvemos"; agotada, amenazada, con proyectos en vano y enfrentada a la connivencia político dirigencial, Mónica decidió interrumpir el sueño "anti barras", y bajar a la tierra para reconocer que el final entre David y Goliat, solo pasa en la película mientras que en la lucha contra los violentos del fútbol, los Buenos pierden.

En sus casi 10 años al frente de la organización, tiene en su haber la elevación a juicio a Julio Dib, barrabrava del modesto Club Atlanta, del barrio Villa Crespo de Buenos Aires, quien fue denunciado y perseguido por Mónica luego de haber sufrido sus presiones, exigencia de dinero y destrozos en la oficina, que Ella tenía como dirigente del club, sin embargo semejante lucha no alcanzó, el mafioso fue absuelto ya que ningún otro dirigente del club presto declaración testimonial en su contra. Increíble, pero real.

Casi como un fantasma peleándole al viento Mónica un día dijo "basta!" y no hubo vuelta atrás; tras haber abandonado la batalla de su vida, en diálogo con Hispanopost habla del mal que tanto daño le ha hecho a ella y al fútbol pero claro, la solución ya nada tiene que ver con su voluntad.

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