De acuerdo con el texto de Ginger Thompson, la responsabilidad de la DEA comenzó cuando un agente persuadió a un importante miembro de Los Zetas para que le entregara los números de identificación rastreables de los teléfonos celulares que pertenecían a Miguel Ángel Treviño y su hermano Omar. al obtener los datos, la agencia estadounidense compartió información con una unidad de la Policía mexicana y casi de inmediato los Treviño se enteraron de que habían sido traicionados. 14 junio de 2017