Visitamos el lugar donde torturaban a los esclavos en Brasil

  • hace 7 años
A través de un recorrido por los puntos donde eran comercializados los esclavos que fueron traídos a Brasil durante los siglos XVII y XIX desde África, la Agencia Revelando Brasil pretende recuperar el acervo histórico de los afrodescendientes en ese país.
El Circuito Raíces Africanas inicia en la Plaza Mauá de Río de Janeiro. De allí, se dirige hasta la cercana Iglesia de São Francisco da Prainha que era el principal punto de encuentro de los comerciantes y esclavistas que después de la misa se reunían en el Largo de São Francisco, lugar destinado a la tortura de los esclavos. Muy cerca se encuentra la Piedra de Sal, considerada como la cuna de la samba carioca, fue de hecho un reducto para la capoeira, el candomblé, la samba y los quilombolas que eran perseguidos por los regímenes de la época, ya que eran considerados actividades ilegales.
Otro de los lugares clave de la visita es Valongo, el mayor puerto de esclavos de todo Brasil, ya que por allí pasaban los africanos que llegaban al país y que después eran distribuidos por las distintas regiones. Originariamente en la Plaza XV, la familia real pidió su traslado a la región más alejada de Valongo y allí permaneció hasta 1837. Los esclavos que morían en el desembarque eran llevados al Cementerio de los Pretos Novos, cuya memoria hoy es conservada en el Instituto de Memoria de los Pretos Novos, donde permanecen los restos de algunos de los esclavos enterrados.
El recorrido, que visita también el Jardín suspenso de Valongo, la Plaza de la Harmonia, el Molino Fluminense y la Ciudad de la Samba, termina en la primera favela de Brasil, el Morro de Providência, también en la región de Gamboa y el cementerio de los ingleses, cercano a la propia favela.
El objetivo del circuito es brindar a los cariocas, aunque está abierto también a turistas extranjeros, la posibilidad de que conozcan de cerca la historia de la esclavitud de Río de Janeiro, una historia soterrada en el olvido durante años.
La Agencia Revelando Brasil, fundada hace un año, funciona bajo el sistema de Free Walking, en el que los turistas ofrecen una colaboración voluntaria al finalizar el recorrido.