Al menos cuatro muertos, una quincena de heridos, entre ellos, varios niños, y una ciudad, la de Estocolmo, conmocionada después de que un camión a gran velocidad arrollara este viernes a la multitud en la principal calle peatonal y comercial del centro de la capital sueca.
El camión, robado horas antes, aceleró al penetrar en Drottninggatan, la gran arteria comerciales de Estocolmo, y durante varios cientos de metros embistió a la gente, que corría aterrorizada, hasta empotrarse contra la fachada de un gran centro comercial.
La policía ha confirmado que un hombre ha sido detenido en una localidad a cuarenta kilómetros de Estocolmo. Es el mismo individuo encapuchado y con barba que aparece en dos fotografías difundidas poco después del ataque.
El primer ministro sueco, Stefan Lofven, ha dicho que el país no se va a doblegar por “asesinos abominables”. “Hoy hemos sido víctimas de un terrible ataque en el corazón de nuestra capital. Sabemos que hay cuatro muertos, varios heridos y todo un país unido en el dolor, la ira y la determinación”, dijo. “Si es un atentado terrorista, el objetivo es minar la democracia, pero actos así nunca triunfarán en Suecia. Nuestro mensaje siempre será claro: nunca vais a vencer”.
Aunque se ha reanudado el tráfico de trenes y metro, paralizado durante horas, la Policía mantiene su recomendación a los ciudadanos de que no se acerquen al centro de Estocolmo porque la investigación continúa en marcha.
Fuerzas policiales han sido movilizadas en toda Suecia para aumentar la vigilancia de zonas estratégicas y, en particular, el control en las fronteras.
El camión, robado horas antes, aceleró al penetrar en Drottninggatan, la gran arteria comerciales de Estocolmo, y durante varios cientos de metros embistió a la gente, que corría aterrorizada, hasta empotrarse contra la fachada de un gran centro comercial.
La policía ha confirmado que un hombre ha sido detenido en una localidad a cuarenta kilómetros de Estocolmo. Es el mismo individuo encapuchado y con barba que aparece en dos fotografías difundidas poco después del ataque.
El primer ministro sueco, Stefan Lofven, ha dicho que el país no se va a doblegar por “asesinos abominables”. “Hoy hemos sido víctimas de un terrible ataque en el corazón de nuestra capital. Sabemos que hay cuatro muertos, varios heridos y todo un país unido en el dolor, la ira y la determinación”, dijo. “Si es un atentado terrorista, el objetivo es minar la democracia, pero actos así nunca triunfarán en Suecia. Nuestro mensaje siempre será claro: nunca vais a vencer”.
Aunque se ha reanudado el tráfico de trenes y metro, paralizado durante horas, la Policía mantiene su recomendación a los ciudadanos de que no se acerquen al centro de Estocolmo porque la investigación continúa en marcha.
Fuerzas policiales han sido movilizadas en toda Suecia para aumentar la vigilancia de zonas estratégicas y, en particular, el control en las fronteras.
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