En Garín, una localidad situada a 40 kilómetros de Buenos Aires voluntarios de la ONG “Sumando Energías” han puesto en marcha un proyecto para ayudar a familias pobres que no tienen ni luz ni agua.
Esta organización ha construido varios paneles solares reciclando botellas de plástico.
“Este es un barrio pobre y a veces no hay luz ni agua. Es un problema porque tenemos niños. Esta iniciativa nos ayuda mucho porque así tenemos luz y agua caliente aunque no haya corriente eléctrica”, explica un residente de Garín.
Los voluntarios de “Sumando Energías” aseguran que se trata de un sistema muy simple y sobre todo respetuoso con el medio ambiente ya que para construir los paneles utilizan botellas de plástico pero también latas y envases de cartón. Materiales que antes los vecinos de este barrio deshechaban.
Gracias al sol, el agua que recorre los tubos que fabrican se calienta. Después es almacenada en un tanque. Los tubos son pintados de negro, de esta manera absorven el calor.
Julien Laurencon es francés y trabaja para la ONG.
“Creo que deberíamos centrarnos más en el desarrollo sostenible, en la producción de energía sostenible. Hoy no aprovechamos bien los materiales que utlizamos, no reciclamos. No estoy hablando solo de los países en vías de desarrollo, también de los desarrollados. Estos últimos son los que más contaminan”, asegura.
Según la ONG “Sumando Energías”, un 16% de los argentinos hoy no tiene acceso al agua ni a la electricidad.
Sus miembros aseguran que proyectos como el suyo en Garín pueden mejorar notablemente la vida de las comunidades más pobres.
El objetivo de su iniciativa es construir cada año paneles solares para 3 000 familias.
o eólica es enorme. Con el sol que tenemos en el norte podríamos abastecer no solo a nuestro país sino también a nuestros vecinos”, afirma un miembro de la organización.
Esta ONG ofrece talleres a los vecinos de los barrios en los que trabaja. En apenas un fin de semana cada familia puede construir un panel solar y por lo tanto dotar su casa de una ducha de agua caliente.
Angel Guelari vive en Garín con su familia. Hoy pone en marcha el panel solar que ha fabricado.
“Antes tirábamos todos estos materiales, contáminábamos el medio ambiente. Ahora los usamos para algo útil como conseguir agua caliente para la casa. El reciclaje es una buena idea, antes nunca lo hacía, lo tiraba todo a la basura, las botellas, todo. Y como el camión del a basura no pasaba todo eso se quedaba tirado aquí”, dice.
Se estima que para construir unas 30 duchas se reciclan más de 4 500 botellas de plástico, dos mil latas de aluminio, casi mil envases de cartón y una treintena de lonas de publicidad.
Esta organización ha construido varios paneles solares reciclando botellas de plástico.
“Este es un barrio pobre y a veces no hay luz ni agua. Es un problema porque tenemos niños. Esta iniciativa nos ayuda mucho porque así tenemos luz y agua caliente aunque no haya corriente eléctrica”, explica un residente de Garín.
Los voluntarios de “Sumando Energías” aseguran que se trata de un sistema muy simple y sobre todo respetuoso con el medio ambiente ya que para construir los paneles utilizan botellas de plástico pero también latas y envases de cartón. Materiales que antes los vecinos de este barrio deshechaban.
Gracias al sol, el agua que recorre los tubos que fabrican se calienta. Después es almacenada en un tanque. Los tubos son pintados de negro, de esta manera absorven el calor.
Julien Laurencon es francés y trabaja para la ONG.
“Creo que deberíamos centrarnos más en el desarrollo sostenible, en la producción de energía sostenible. Hoy no aprovechamos bien los materiales que utlizamos, no reciclamos. No estoy hablando solo de los países en vías de desarrollo, también de los desarrollados. Estos últimos son los que más contaminan”, asegura.
Según la ONG “Sumando Energías”, un 16% de los argentinos hoy no tiene acceso al agua ni a la electricidad.
Sus miembros aseguran que proyectos como el suyo en Garín pueden mejorar notablemente la vida de las comunidades más pobres.
El objetivo de su iniciativa es construir cada año paneles solares para 3 000 familias.
o eólica es enorme. Con el sol que tenemos en el norte podríamos abastecer no solo a nuestro país sino también a nuestros vecinos”, afirma un miembro de la organización.
Esta ONG ofrece talleres a los vecinos de los barrios en los que trabaja. En apenas un fin de semana cada familia puede construir un panel solar y por lo tanto dotar su casa de una ducha de agua caliente.
Angel Guelari vive en Garín con su familia. Hoy pone en marcha el panel solar que ha fabricado.
“Antes tirábamos todos estos materiales, contáminábamos el medio ambiente. Ahora los usamos para algo útil como conseguir agua caliente para la casa. El reciclaje es una buena idea, antes nunca lo hacía, lo tiraba todo a la basura, las botellas, todo. Y como el camión del a basura no pasaba todo eso se quedaba tirado aquí”, dice.
Se estima que para construir unas 30 duchas se reciclan más de 4 500 botellas de plástico, dos mil latas de aluminio, casi mil envases de cartón y una treintena de lonas de publicidad.
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