• hace 8 años
Esta es la realidad: un aparentemente apacible informático llamado Armin Meiwes mutiló, asesino y devoró a un hombre tras alcanzar, supuestamente, un acuerdo con él a través de Internet. El caso del llamado "caníbal de Rohtenburg", uno de los que más polémica han generado en la última década, sirvió de inspiración para el debut cinematográfico del director de videoclips Martin Weisz. Un truculento thriller protagonizado con solidez por Thomas Ketschmann en el papel de asesino caníbal y Thomas Hubber en el papel de víctima, cuya abrupta narrativa se entrecruza con la investigación que del suceso se haya efectuando una joven psicóloga americana . El acusado, en quien se inspira el filme, trató de parar por medios legales el estreno del mismo en Alemania. Según su abogado se representaba a su cliente como "un asesino brutal, una representación equivocada de la que hay que protegerlo". Y bingo, fue prohibida en Alemania pocos días antes de su estreno.

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