Moldes en 3D para brazos rotos
Parece una simple pieza de plástico pero en el futuro podría remplazar los moldes de yeso.
Muchas personas saben que cuando uno se rompe un brazo no solo sufre con el dolor sino también con las desventajas del yeso: imposibilidad de rascarse y de darse cómodamente una ducha. Además, el yeso es muy pesado.
Un experto húngaro, Miklós Molnár, asegura que no es él quien ha inventado esta pieza impresa en 3D pero sí quien ha mejorado su proceso de producción.
“Un diseñador ganó ya un premio en el pasado con una estructura similar pero después nadie siguió trabajando para mejorar su proceso de producción. Por eso mi idea es diferente. Yo no digo que sea mi invento, solo he trabajado y diseñado un proceso de producción”, explica Molnár.
Uno de los responsables del servicio de urgencias de un hospital de Budapest apoya la idea de Miklós. Ferenc Tóth cree que los pacientes se sentirían mejor con este tipo molde. Además, explica que podrían obtenerlo en apenas una hora y a un precio que no superaría los cien euros.
“Siempre puede ser utilizado cuando se necesita un molde de este tipo durante un largo periodo de tiempo como resultado de un accidente o una enfermedad. Se trata de una herramienta médica muy cómoda. Se podría usar sobre todo cuando los médicos ya no teman que los huesos puedan moverse tras un accidente”, asegura Tóth.
Ahora Miklós Molnár busca la ayuda de un inversor para financiar las máquinas que se necesitan para fabricar estos nuevos moldes en 3D. Según Molnár, podrían empezar a ser utilizados en los hospitales de su país dentro de dos años.
Muchas personas saben que cuando uno se rompe un brazo no solo sufre con el dolor sino también con las desventajas del yeso: imposibilidad de rascarse y de darse cómodamente una ducha. Además, el yeso es muy pesado.
Un experto húngaro, Miklós Molnár, asegura que no es él quien ha inventado esta pieza impresa en 3D pero sí quien ha mejorado su proceso de producción.
“Un diseñador ganó ya un premio en el pasado con una estructura similar pero después nadie siguió trabajando para mejorar su proceso de producción. Por eso mi idea es diferente. Yo no digo que sea mi invento, solo he trabajado y diseñado un proceso de producción”, explica Molnár.
Uno de los responsables del servicio de urgencias de un hospital de Budapest apoya la idea de Miklós. Ferenc Tóth cree que los pacientes se sentirían mejor con este tipo molde. Además, explica que podrían obtenerlo en apenas una hora y a un precio que no superaría los cien euros.
“Siempre puede ser utilizado cuando se necesita un molde de este tipo durante un largo periodo de tiempo como resultado de un accidente o una enfermedad. Se trata de una herramienta médica muy cómoda. Se podría usar sobre todo cuando los médicos ya no teman que los huesos puedan moverse tras un accidente”, asegura Tóth.
Ahora Miklós Molnár busca la ayuda de un inversor para financiar las máquinas que se necesitan para fabricar estos nuevos moldes en 3D. Según Molnár, podrían empezar a ser utilizados en los hospitales de su país dentro de dos años.
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