Es muy dificil pensar en videojuegos de vampiros sin que BloodRayne te venga a la cabeza. El juego y su resultona protagonista, incluso diría que supersexualizada, son producto de la época. Todo el juego sigue la estética del 2003, con la agente BloodRayne vistiendo su cuero apretado, un generoso escote, guantes hasta los hombros y un brillante pelo rojizo.
En la piel de BloodRayne descubrirás que has sido entrenado por una agencia del gobierno para parar la amenaza de los Nazis y sus experimentos cultistas. Para ayudarte en tu trabajo tienes acceso a dos espadas gigantes y realmente afiladas montadas sobre tus antebrazos, pistolas y unas increíbles habilidades acrobáticas. La sangre está más que asegurada.
Esta última capacidad de nuestra heroína te permite pasar a tus enemigos de forma ágil y rápida, unos enemigos que van desde los zombis hasta los Nazis, dos palabras que, por cierto, te pueden dar muchos puntos en el Scrabble. Una de las habilidades únicas de Rayne es atrapar a sus enemigos entre las piernas y acercarse mucho a ellos para chuparles la sangre, algo que, también, le ayuda a recuperar vida.
La aventura te lleva desde la húmeda Luisiana, a través de Argentina e incluso Alemania, mientras BloodRayne va combatiendo las fuerzas del mal en todos los países que visita.
Puede que el juego tenga cierto aspecto anticuado, pero la velocidad y fluidez del combate continúa convirtiéndolo en un juego muy entretenid. Además, BloodRayne continúa siendo una de las vampiros más icónicas del mundo de los videojuegos.
Situada un año después de los eventos de Blood Omen: Legacy of Kain, Legacy of Kain: Soul Reaver describe un mundo donde la humanidad ha sido completamente aniquilada y Kain gobierna a los Vampiros en Nosgoth. Después de seleccionar 5 tenientes para ayudarle a regir las tierras, el poder de Kain el lord vampiro es absoluto.
Tu juegas como uno de sus tenientes, Raziel, que un día es bendecido y, claro, le salen alas de la espalda. Kain está tan celoso que se las rompe y envía a Raziel al Lago de la Muerte. Pasa un milenio y Raziel queda olvidado hasta que el Anciano Dios lo resucita para matar a Kain y así es como obtienes una historia de venganza bien divertida.
Lo que sigue a este apasionante argumento es un juego de acción y aventura en tercera persona. Raziel debe usar todas sus habilidades de vampiro con alas para resolver puzzles contextuales y derrotar los demonios mosntruosos que se interponen entre él y su venganza final. Durante el juego también podrás usar sus alicaídas alas para planear, además de sus trucos de combate cuerpo a cuerpo que incluyen una espada resplandeciente que le sale del brazo y otras muchas habilidades que van apareciendo a medida que progresas.
Lo más destacable de Soul Reaver es como el mundo cambia de aspect cuando te mueves entre el mundo real y el de los espíritus. Las diferencias entre los dos mundos son sutiles, pero las áreas de espíritus están deformadas, con lo que atravesarlas es diferente y crean diferentes peligros que hay que tener en cuenta.
A parte de algunos elementos mecánicos del juego que harán que sus años pese, las transiciones entre el mundo real y el spiritual aún hacen de Legacy of Kain: Soul Reaver un juego realmente excitante de jugar.
Vampire: The Masquerade – Bloodlines es una de las experiencias vampíricas más envolventes que puedas encontrar en videojuegos. La historia se sitúa en Los Angeles, ahora un inframundo lleno de vampiros que mantiene una estética bastante moderna, seguramente por allá el 2004. Tu personaje tiene algún tipo de parentesco con Drácula.
Empezamos bien. Como un RPG en tercera persona, Vampire: The Masquerade – Bloodlines dividió a los críticos y los fans cuando fue lanzado. El gameplay era bastante rígido, y le costaba acercarse a la idea que sus desarrolladores tenían de un juego de acción en primera persona de respuesta inmediata y una mecánica de combate brutal. Aún así, la historia y los personajes fueron muy acertados y aunque técnicamente hay elementos que han enevejecido, el argumento no lo ha hecho.
La historia transpire en la experiencia total de Bloodlines. Desde el principio puedes escoger construir tu propio personaje o tener a uno creado para ti simplemente respondiendo una serie de preguntas adecuadas. Eso permite al juego determinar tus estados iniciales y decider los poderes de tu personaje.
También hay siete clanes diferentes con los que te puedes asocias. Desde el del deformado Nosferatu hasta el artistócrata Venture, el clan que escojas te dará ciertas ventajas y deseventajas. Por ejemplo, si te unes a Nosferatu, con su rostro desfigurado, tendrás que esconderte de los humanos, pero ganas muchos puntos en inteligencia.
Desde ahí depende enteramente de ti encontrar la Aventura que te planteen los diferentes vampiros que te vayas encontrando, lo que te llevará a la batalla contra mortals y otros vampiros a medida que vayas descubriendo más de esta magnífica historia.
En la piel de BloodRayne descubrirás que has sido entrenado por una agencia del gobierno para parar la amenaza de los Nazis y sus experimentos cultistas. Para ayudarte en tu trabajo tienes acceso a dos espadas gigantes y realmente afiladas montadas sobre tus antebrazos, pistolas y unas increíbles habilidades acrobáticas. La sangre está más que asegurada.
Esta última capacidad de nuestra heroína te permite pasar a tus enemigos de forma ágil y rápida, unos enemigos que van desde los zombis hasta los Nazis, dos palabras que, por cierto, te pueden dar muchos puntos en el Scrabble. Una de las habilidades únicas de Rayne es atrapar a sus enemigos entre las piernas y acercarse mucho a ellos para chuparles la sangre, algo que, también, le ayuda a recuperar vida.
La aventura te lleva desde la húmeda Luisiana, a través de Argentina e incluso Alemania, mientras BloodRayne va combatiendo las fuerzas del mal en todos los países que visita.
Puede que el juego tenga cierto aspecto anticuado, pero la velocidad y fluidez del combate continúa convirtiéndolo en un juego muy entretenid. Además, BloodRayne continúa siendo una de las vampiros más icónicas del mundo de los videojuegos.
Situada un año después de los eventos de Blood Omen: Legacy of Kain, Legacy of Kain: Soul Reaver describe un mundo donde la humanidad ha sido completamente aniquilada y Kain gobierna a los Vampiros en Nosgoth. Después de seleccionar 5 tenientes para ayudarle a regir las tierras, el poder de Kain el lord vampiro es absoluto.
Tu juegas como uno de sus tenientes, Raziel, que un día es bendecido y, claro, le salen alas de la espalda. Kain está tan celoso que se las rompe y envía a Raziel al Lago de la Muerte. Pasa un milenio y Raziel queda olvidado hasta que el Anciano Dios lo resucita para matar a Kain y así es como obtienes una historia de venganza bien divertida.
Lo que sigue a este apasionante argumento es un juego de acción y aventura en tercera persona. Raziel debe usar todas sus habilidades de vampiro con alas para resolver puzzles contextuales y derrotar los demonios mosntruosos que se interponen entre él y su venganza final. Durante el juego también podrás usar sus alicaídas alas para planear, además de sus trucos de combate cuerpo a cuerpo que incluyen una espada resplandeciente que le sale del brazo y otras muchas habilidades que van apareciendo a medida que progresas.
Lo más destacable de Soul Reaver es como el mundo cambia de aspect cuando te mueves entre el mundo real y el de los espíritus. Las diferencias entre los dos mundos son sutiles, pero las áreas de espíritus están deformadas, con lo que atravesarlas es diferente y crean diferentes peligros que hay que tener en cuenta.
A parte de algunos elementos mecánicos del juego que harán que sus años pese, las transiciones entre el mundo real y el spiritual aún hacen de Legacy of Kain: Soul Reaver un juego realmente excitante de jugar.
Vampire: The Masquerade – Bloodlines es una de las experiencias vampíricas más envolventes que puedas encontrar en videojuegos. La historia se sitúa en Los Angeles, ahora un inframundo lleno de vampiros que mantiene una estética bastante moderna, seguramente por allá el 2004. Tu personaje tiene algún tipo de parentesco con Drácula.
Empezamos bien. Como un RPG en tercera persona, Vampire: The Masquerade – Bloodlines dividió a los críticos y los fans cuando fue lanzado. El gameplay era bastante rígido, y le costaba acercarse a la idea que sus desarrolladores tenían de un juego de acción en primera persona de respuesta inmediata y una mecánica de combate brutal. Aún así, la historia y los personajes fueron muy acertados y aunque técnicamente hay elementos que han enevejecido, el argumento no lo ha hecho.
La historia transpire en la experiencia total de Bloodlines. Desde el principio puedes escoger construir tu propio personaje o tener a uno creado para ti simplemente respondiendo una serie de preguntas adecuadas. Eso permite al juego determinar tus estados iniciales y decider los poderes de tu personaje.
También hay siete clanes diferentes con los que te puedes asocias. Desde el del deformado Nosferatu hasta el artistócrata Venture, el clan que escojas te dará ciertas ventajas y deseventajas. Por ejemplo, si te unes a Nosferatu, con su rostro desfigurado, tendrás que esconderte de los humanos, pero ganas muchos puntos en inteligencia.
Desde ahí depende enteramente de ti encontrar la Aventura que te planteen los diferentes vampiros que te vayas encontrando, lo que te llevará a la batalla contra mortals y otros vampiros a medida que vayas descubriendo más de esta magnífica historia.
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