• hace 9 años
“No habrá cambios espectaculares” en la doctrina de la Iglesia, pero no hay que cerrar los ojos a las transformaciones de la sociedad actual. Es lo que han dicho algunos de los cardenales más influyentes en la apertura del Sínodo de la Familia, que durante tres semanas debatirá temas como el trato a los divorciados que se han vuelto a casar y a los homosexuales, para quienes se ha pedido respeto, a la vez que se han rechazado las uniones gay.

“La Iglesia dice: ‘No hay absolutamente ninguna razón para asimilar o establecer analogías, ni siquiera remotas, entre las uniones homosexuales y el diseño de Dios sobre el matrimonio y la familia. Sin embargo, los hombres y mujeres con tendencias homosexuales deben ser acogidos con respeto y delicadeza’”, ha declarado el húngaro Peter Erdó, arzobispo de Esztergom-Budapest y relator general del Sínodo.

La homosexualidad divide profundamente a la Iglesia católica.

El sábado, un cura polaco, prelado del Vaticano, ‘salió del armario’ y prese

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