"Animal Crackers" apuesta por crear una industria de cine animado en Valencia

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Valencia, 3 sep (EFE).- Una joven empresa valenciana de animación, elegida para transformar en 3D la película estadounidense "Animal Crackers", ofrece a jóvenes estudiantes de arte y diseño la salida profesional a un sector emergente que busca crear una industria propia de cine animado en Valencia.

Con "Animal Crackers" se pretende recuperar a profesionales del sector en Valencia que se habían tenido que ir de España porque no había industria, aunque los directivos reconocen que son "muy exóticos" y les cuesta encontrar animadores y gente del sector.

Así lo manifiestan en declaraciones a EFE el cineasta valenciano Jaime Maestro, codirector de "Animal Crackers" junto con Scott Sava, y la productora española, Nathalie Martínez, que dirigen la empresa Blue Dreams Studios en Valencia, encargada de transformar a tres dimensiones el boceto que les llegan de la película desde EEUU.

La empresa nace con el proyecto de esta película, que se empezó a rodar en septiembre, pero ambos directivos aseguran que han venido para quedarse y potenciar la industria en Valencia con otras películas que tienen previstas.

Maestro, cuyo equipo tiene una media de edad de 27 años, asegura que falta mucha formación en el sector y que "la gente vea en esto una profesión y no un pasatiempo" porque cree que muchos empiezan en el negocio como una diversión y luego se profesionalizan con cursos.

El 90 % del equipo que trabaja en los estudios de Paterna es español y de ellos, el 70 % valencianos, la mayoría seleccionados de los anteriores másteres y del ciclo superior en la Escuela de Arte y diseño Barreira de la que Maestro es profesor.

"Este año ha sido el primero del ciclo oficial en Valencia. Son dos años y todavía no ha salido la primera promoción, pero lo estamos deseando para ver cuántos podemos incorporar", insiste Martínez, quien celebra una titulación superior que no existía.

Actualmente, estudiar cine de animación es tener trabajo seguro ya que, según Martínez, aunque existen pocas empresas pero son suficientes para "haber acabado con la cantera de profesionales".

"Uno de los problemas principales no es la formación como docencia, es el desconocimiento de la gente que puede dedicarse a esto porque yo me dedico a una cosa que de pequeño ni soñaba que existiría, yo quería ser dibujante de cómics, cuenta Maestro.

Su mensaje es que si una persona dibuja bien existe una salida profesional alternativa a la carrera de Bellas Artes, ya que muchos de trabajadores llegan al estudio desde informática, arquitectura, ingenierías o incluso estudiantes de Bellas Artes interesados en el mundo de la informática y el 3D.

"La llegada a la profesión es multidisciplinar y los perfiles también lo son porque un animador en el fondo lleva encerrado a un actor ya que, al fin y al cabo hace actuar a los personajes y muchas veces los ves que se miran en el espejo, se graban y hacen coreografías para copiar expresiones y movimientos", relata.

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