• hace 10 años
Un día después de su formación, el Ejecutivo de Manuel Valls ha celebrado su primer Consejo de Ministros. La reunión ha estado marcada por las dudas y críticas, tanto de la oposición conservadora como de ciertos sectores de la izquierda, especialmente en torno al titular de Economía, el liberal Emmanuel Macron.

“Podemos decidir, cada día, seguir escuchando malas noticias y decir que Francia está perdida. Sigue siendo una gran potencia económica e industrial, que está en una difícil situación, no se trata de negarlo, pero hay que luchar. Y esta lucha no se hará contra una parte de los franceses. Tiene que hacerse con todas nuestras energías”, dice Macron.

Pese a los recelos que despierta Macron, la ciudadanía ve con buenos ojos la experiencia en banca del joven exasesor de François Hollande.

“Puede ser bueno tener a un banquero en Bercy. Es positivo para las empresas y para las finanzas contar con gente que ha trabajado ya en una empresa”, opina un hombre.

“Espero que demuestre lo que puede hacer y que pueda ayudarnos a salir de esta situación”, señala una mujer.

El nuevo Gobierno tiene ante sí una difídil tarea. La Comisión Europea considera que Francia no tiene tiempo que perder y debe acelerar las reformas estructurales para impulsar el crecimiento, la competitividad y el empleo. La tasa de paro sigue aumentando y supera ya el 10 por ciento.

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