El Ejército iraquí toca a retirada

  • hace 10 años
La ofensiva de los yihadistas del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) continúa a toda velocidad camino de Bagdad. La misma velocidad a la que el Ejército iraquí abandona sus acuartelamientos y posiciones en las principales ciudades del norte del país. Hasta el momento parece impotente para detener el avance de los milicianos.

El teatro de operaciones es cada vez más amplio conforme pasan las horas.

El cauce del río Tigris marca la ruta, desde el norte hacia Bagdad, es la línea del frente para los milicianos suníes. Sus objetivos declarados son la capital y su primer ministro chií, Nuri al Maliki, embarcado en unas negociaciones imposibles para formar Gobierno y en una guerra que casi nadie esperaba.

Escenas como esta de los insurgentes en Tikrit tomando como prisioneros a decenas de miembros de las fuerzas de seguridad iraquíes se repiten a lo largo y ancho del país. Aunque el golpe más duro, fue la caída de Mosul, ciudad de casi dos millones de habitantes. Un nudo estratégico en la ruta de exportación del crudo.

Irak está a punto de romperse en pedazos, mientras su Ejército está reclutando en cuarteles, como este de Bagdad, a jóvenes voluntarios, para hacer frente a la ofensiva yihadista.

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