• hace 10 años
Esta es la imagen que le gustaría dar a Brasil, a un mes de su copa del mundo: Niños celebrando la inauguración de uno de sus estadios, el Arena Corinthians de Sao Paulo.

Sin embargo, la imagen actual que el mundo empieza a tener del país es diferente: Manifestaciones, violencia y un clima de tensión extrema entre la población – crispada por el alto coste de vida y del evento deportivo – y la policía, que intenta controlar la situación a un mes de que millones de turistas lleguen al país.

Los agentes desplegados hacen su trabajo pero la sus acciones, vistas como represión policial por los manifestantes, sólo alimentan su cólera.

A día de hoy únicamente el 52% de los brasileños se dice contento por albergar la Copa del Mundo. En noviembre eran el 79%.

Llaman la atención las declaraciones del presidente de la UEFA, Michel Platini, al respecto: “Hay que decir a los brasileños que tienen la Copa del Mundo y que están aquí para mostrar la belleza de su país y su pasión por el fútbol; y que si pudiesen esperar un mes antes de hacer reivindicaciones sociales, sería lo mejor para todo Brasil y para el planeta fútbol”.

Sin embargo, los altercados en Brasil no comenzaron sólo hace unos días. Hace un año que la tensión está presente entre los brasileños, que ven como los precios suben y su nivel de vida baja.

La publicación del coste total de la organización de la Copa del Mundo fue la gota que colmó el vaso. Se trata de 11.000 millones de euros en un país en el que el salario medio es de 639 euros mensuales, y el mínimo de 236. Además, se estima que para satisfacer las necesidades básicas de una familia son necesarios 1.000 euros mensuales.

La razón es el aumento de los precios. La inflación ha pasado del 3,6% en 2007 al 6,45% en 2013

Como ejemplo, un iPhone5, cuesta 893 euros, mucho más que en Estados Unidos (472 euros) o China (634 euros). Igualmente, los coches y electrodomésticos cuestan de media un 50% más que en la mayoría de países industrializados.

La inflación también ha alcanzado a alimentos básicos como el arroz, las verduras o el pollo. En cuanto al precio de los alquileres, suponen un 118% más.

He aquí otra paradoja: En un país considerado séptima potencia económica mundial, un 6% de la población vive en favelas, en casas ocupadas ilegalmente y sin infraestructuras básicas. Si hablamos de grandes ciudades, estas favelas pueden llegar a acoger hasta al 50% de la población.

Por ello, los ciudadanos se manifiestan contra una inversión en la Copa del Mundo que consideran que supone un gasto demasiado elevado para una nación con problemas para ofrecer unos servicios públicos de calidad.

Category

🗞
Noticias

Recomendada