Destituido el primer ministro de Libia, incapaz de garantizar la seguridad del país.

  • hace 10 años
El Parlamento ha votado a favor de una moción de censura para que Ali Zidán abandone su cargo como jefe del Ejecutivo. Su puesto lo ocupará de forma interina Abdala Al Zani, actual ministro de Defensa, hasta que se celebren nuevas elecciones, cuya fecha debe aún fijar la cámara.

Zidán sucumbe así a la crisis política, de seguridad y económica que atraviesa Libia, incapaz de controlar a muchas de las antiguas milicias rebeldes, que han llegado controlar y explotar los principales puertos petrolíferos del país para beneficio propio.

El último gran incidente tuvo lugar el fin de semana, cuando un petrolero de bandera norcoreana atracó en Sidra y tras cargar 250.000 barriles de petróleo administrado por los rebeldes, logró salir a aguas internacionales evitando el cerco impuesto por la Armada libia.

En la actualidad se estima que la producción nacional de petróleo, principal riqueza del país, ha pasado de 1.400.000 barriles diarios a 300.000, comprometiendo drásticamente los presupuestos del estado.

Sin embargo, que estas milicias sigan operando libremente no ha sido el único quebradero de cabeza del Gobierno del depuesto Zidán. El Estado tampoco ha sido capaz de reconstruir unos cuerpos de seguridad capaces refrendar la autoridad del Gobierno y garantizar la seguridad en zonas como Bengasi, donde los atentados y asesinatos indiscriminados no se han detenido.

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