Recuperar la visión gracias a una prótesis de retina

  • hace 10 años
Gracias a unas gafas de última generación creadas por la empresa Second Sight y la Escuela Politécnica Federal de Lausana, en Suiza, pacientes que padecen retinosis pigmentaria pueden distinguir ahora formas en blanco y negro.

“Llegué a sentir una especie de volumen, sí, eso es lo que vemos. Se tiene realmente la impresión de que hay algo, es así como lo percibimos. No lo vemos, lo percibimos”, explica uno de los pacientes.

Gregoire Cosendai es uno de los responsables de Second Sight y, por lo tanto, del desarrollo de esta nueva tecnología en la que se incluye la implantación de una prótesis de retina.

“El sistema funciona de la siguiente manera: las personas afectadas se ponen estas gafas que tienen una cámara que registra todo lo que aparece delante del paciente. Después, esa información es tratada por un mini-ordenador que envía esa información al implante. El implante provocará entonces un estímulo en la retina que permitirá al paciente recuperar una visión elemental”, explica Cosendai.

En una clínica de oftalmología de Lausana, el profesor Thomas Wolfensberg, es otro de los responsables del proyecto.

“Durante la operación se realiza una apertura en la pared del ojo para meter dentro el implante. La operación que se lleva a cabo para introducir el implante es una intervención normal, sin complicaciones. La única diferencia es que hay una manipulación suplementaria para introducir el implante. En este sentido la tecnología ha avanzado mucho porque la cirujía no era suficiente para tratar a estos pacientes”, asegura el Profesor Wolfensberg.

En las semanas posteriores a la operación, el equipo responsable del proyecto acompaña a los pacientes en el proceso de adaptación a su nuevo entorno.

Fatima Anaflous se encontraba detrás de la cámara cuando un paciente descubrió por primera vez su sombra.

“Nos adaptamos a las necesidades de cada paciente, dice Anaflous, para ello paseamos, es simple y divertido. Los pacientes van detectando informaciones pero no saben realmente de qué se trata. Les explicamos lo que perciben, lo que hay en su entorno y poco a poco se van acostumbrando”.

Desde 2006, 80 pacientes de todo el mundo han recibido este implante. Uno de sus problemas es su precio pero en algunos países como Italia o Alemania, el sistema de seguridad social ha aceptado su reembolso. De esta manera el implante ha podido empezar a ser comercializado.

Por ahora los pacientes que han recibido la prótesis de retina parecen contentos con los resultados.

“¿Cuándo aparecerá un nuevo implante más perfeccionado? Yo estoy preparado para recibirlo”, afirma un paciente.

Proyectos como éste suponen una esperanza para aquellas personas que padecen retinosis pigmentaria, sobre todo porque saben que los expertos siguen trabajando para encontrar la solución perfecta.