Ginebra II también divide a los sirios de Montreux
La división de opiniones sobre el conflicto sirio no solo se vive en las calles del país árabe ni dentro del lujoso hotel de Montreux. También, en las avenidas de esta tranquila localidad suiza.
Un grupo de seguidores de Bachar al Asad ha querido mostrar su apoyo al presidente sirio delante del lugar donde se están celebrando las negociaciones.
“Queremos la paz, queremos que nuestro pueblo elija por si mismo a su presidente. Sin injerencia extranjera y no queremos que haya más terrorismo ni financiación exterior”, decía un simpatizante del presidente sirio.
Ante tal demostración de fuerza de los seguidores de Al Asad, dos de sus detractores, sirios también, se han acercado al lugar de la conferencia para mostrar su oposición y recordarle a la comunidad internacional que la situación en su país es insostenible.
“Hemos querido expresar lo que sentimos por los asesinatos de niños. Estamos gritando con la esperanza de que los que están dentro nos escuchen y para que el régimen sienta vergüenza y decida marcharse”, apuntaba un opositor al régimen.
“Sinceramente, el pueblo sirio ha perdido la esperanza en todas estas conferencias que se celebran a nivel mundial. Desde hace tres años se está matando al pueblo sirio, se le masacra y la comunidad internacional no se ha movido”, añadía otro.
Lo que está pasando dentro y fuera de la mesa de negociaciones demuestra que el conflicto sirio esta anclado en una profunda división que complica aún más el proceso de paz.
Un grupo de seguidores de Bachar al Asad ha querido mostrar su apoyo al presidente sirio delante del lugar donde se están celebrando las negociaciones.
“Queremos la paz, queremos que nuestro pueblo elija por si mismo a su presidente. Sin injerencia extranjera y no queremos que haya más terrorismo ni financiación exterior”, decía un simpatizante del presidente sirio.
Ante tal demostración de fuerza de los seguidores de Al Asad, dos de sus detractores, sirios también, se han acercado al lugar de la conferencia para mostrar su oposición y recordarle a la comunidad internacional que la situación en su país es insostenible.
“Hemos querido expresar lo que sentimos por los asesinatos de niños. Estamos gritando con la esperanza de que los que están dentro nos escuchen y para que el régimen sienta vergüenza y decida marcharse”, apuntaba un opositor al régimen.
“Sinceramente, el pueblo sirio ha perdido la esperanza en todas estas conferencias que se celebran a nivel mundial. Desde hace tres años se está matando al pueblo sirio, se le masacra y la comunidad internacional no se ha movido”, añadía otro.
Lo que está pasando dentro y fuera de la mesa de negociaciones demuestra que el conflicto sirio esta anclado en una profunda división que complica aún más el proceso de paz.
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