El presidente ucraniano alerta de que los disturbios amenazan con desestabilizar el país

Por segundo día consecutivo, la plaza de la Independencia de Kiev, conocida como Euromaidán, es escenario de una batalla callejera entre policías y manifestantes. Los llamamientos al diálogo no han surtido efecto. Los manifestantes atacan con piedras, cócteles molotov y bengalas, y los agentes reponden con balas de goma, bombas de humo y gases lacrimógenos. Algunos opositores han construído una catapulta para lanzar proyectiles contra la policía, y miles siguen en la plaza a pesar de las temperaturas, de más de 10 grados bajo cero.

El presidente ucraniano, Víctor Yanukóvich ha advertido de que las manifestaciones se han transformado en disturbios masivos que amenazan con desestabilizar el país. Los choques estallaron el domingo, al término de una manifestación en la plaza de la Independencia en la que participaron más de 100.000 personas. Los heridos se cuentan por cientos, entre opositores y policías, además de una veintena de periodistas.