Trashumancia sobre el Puente Mocho (Beas de Segura, Jaén)

  • hace 11 años
La Sierra de Segura fue, durante la época romana, un importante paso de caminos que comunicaba el suroeste peninsular con el Levante a través del valle del Guadalimar y la meseta con el sur a través del valle del Alto Guadalquivir. De ahí que queden numerosos restos de infraestructura viaria, entre los que destacan puentes y calzadas romanas. La construcción, con un aparejo de grandes sillares colocados a cuerda y tizón, denota una gran perfección técnica con la que se consigue un resultado de gran solidez como demuestra la pervivencia del puente hasta nuestros días. Estrabón ya mencionaba una bifurcación de la Vía Augusta antes de llegar a Cástulo que salvaba el «Saltus Castulonensis» y que puede coincidir con el emplazamiento del Puente Mocho; en cualquier caso, por su posición, conforma el centro de un cruce de caminos entre Cástulo, Guadíx, Cartagonova por la Sierra de Segura y Saetabis que justificaba la magnitud de la obra. El puente ha seguido en uso hasta hace poco, sirviendo para el paso de vehículos.
Trashumancia
La trashumancia Sierra de Segura-Sierra Morena se resume en estas cifras: 24.054 ovejas, 717 carneros, 2027 cabras, 124 machos cabríos, 903 vacas, 25 caballos, 1 burro y 1 mula. En total 28.502 animales cruzan dos veces al año el Puente Mocho para realizar la Vereda por una Cañada Real; o sea que, multiplicado por 2, nos dan 57.004 cabezas de ganado que anualmente transitan por este paso en busca de pastos mejores, significando el corredor verde más activo de toda Andalucía; además de los ganaderos locales de Beas que habitualmente pasan por él. Si el puente se hunde, la trashumancia peligra y, con ella, el futuro de dos comarcas en las que la ganadería trashumante juega aún un importante papel.

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