Peregrina para que acabe el conflicto en Gibraltar

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Málaga, 29 ago (EFE) (Imagen: Carlos Díaz).- Cerca de 140 kilómetros separan Málaga de Gibraltar, la distancia que Justo Márquez, un parado malagueño de 50 años, ha comenzado hoy a recorrer andando con una cruz de madera al hombro para pedir a Dios que intermedie en el conflicto entre España y Reino Unido.
Con una sábana blanca a modo de túnica, bermudas vaqueras y calzado deportivo, Márquez ha iniciado su particular vía crucis a un ritmo constante y ágil, como si no soportara los diez kilos de peso del madero, que mide tres metros de largo y dos de ancho.
En su atuendo no falta un chaleco reflectante, como es preceptivo, y una mochila con lo mínimo: una botella de agua, un jersey por si hace frío y tan sólo un bocadillo.
No necesita más porque "la gente se porta bien" y seguro que le proporciona alimento y bebida, ha manifestado a Efe Márquez, ya experimentado en estas rutas reivindicativas.
La primera vez que cargó con la cruz fue para condenar la violencia machista, a raíz del asesi